Como cualquier otra reforma que realizamos en nuestro hogar, una reforma de la cocina requiere un poco de preparación, un estudio previo de las posibilidades que el espacio te ofrece, los materiales y acabados que más te convienen y sobre todo, los detalles que no hay que dejar al azar.
Hoy nos centraremos en la distribución ¿Dónde colocamos los fuegos? ¿Y el fregadero? ¿Cuántos muebles de almacenamiento podemos colocar?
La distribución
Lo primero que debemos estudiar es el espacio con el que contamos y qué distribución le conviene más. También su luminosidad, puesto que esta influirá en temas tan importantes como el color de la decoración.
Las distribuciones más habituales de la cocina son cuatro:
Una línea: en cocinas estrechas elijamos uno de los laterales para colocar los muebles y la superficie de trabajo, de tal forma que haya espacio para movernos libremente por ella.
En paralelo: para cocinas alargadas, pero no tan estrechas como en el anterior caso, una buena opción es colocar la cocina en paralelo, de esta manera aumentamos la capacidad de la misma. Este ejemplo es de Torre Estudio.
En forma de L: tal y como vemos en este ejemplo de Teese Interiorismo, una cocina en L es perfecta para espacios cuadrados o para integrar un office o zona de comedor en la misma.
En forma de U: una evolución de la anterior, perfecta para cocinas amplias. Mucha opción de almacenaje, mucha zona de trabajo y un espacio abierto para colocar una mesa de comedor si así lo deseamos.
A grandes rasgos te hemos contado cuáles son los aspectos que debes tener en cuenta en la distribución a la hora de reformar tu cocina. Sin embargo, hay muchos otros detalles a los que también deberás estar atento, no pierdas de vista nuestra blog!
