Ya sea después de la compra de una casa nueva o después de una reforma con la instalación de un pavimento nuevo, es muy importante efectuar un buen lavado de las superficies para eliminar cualquier residuo de cemento, argamasa o cola de colocación.
Lo cierto es que esta operación muchas veces se omite o se realiza con productos no específicos y esto puede causar varios problemas al pavimento a lo largo del tiempo.
¿Qué ocurre si no se realiza el lavado final de obra?
Los residuos de colocación, que muchas veces no se notan, quedan incrustados en la superficie y la suciedad adhiere más fácilmente. También existe la sensación por parte del consumidor final de que un material, aun cuando no tenga absorción, se mancha fácilmente.
Lo cierto es que sólo se está manchando una película formada principalmente por particulas de suciedad.
Los residuos de colocación no permiten al material que luzca, y en ocasiones queda modificado el color original del material (ej. de blanco a gris).
En el caso de que se realice una protección antimancha en materiales con absorción, los residuos de colocación y suciedad de la obra quedan incrustados en el interior de la superficie.
¿Por qué es importante realizar el lavado final de obra?
Realizar una correcta limpieza final de obra permite:
Disfrutar de un pavimento limpio y sano, mejorando el bienestar de las personas.
Asegurar la belleza original del material con el paso del tiempo
Mantener inalteradas las prestaciones de los materiales